El buen desempeño de la Policía de Municipal de Mérida se percibe en los indicadores de percepción de confianza que tiene, que ha permitido mantener al municipio entre las 10 ciudades con menor índice delictivo por más de tres años seguidos, siendo los delitos con mayor frecuencia el disturbio, amenazas o ebriedad, mientras que son nulos delitos de impacto como robos violentos, bancarios o secuestros.
Sin embargo, con la reciente exoneración que hizo la Procuraduría General de la República (PGR) sobre la actuación de la Policía Municipal de Mérida en el caso José Eduardo Ravelo quedaron varias enseñanzas para reforzar el actuar de la corporación durante sus intervenciones.
Entre los procesos de mejora que anunció el director de la Policía Municipal de Mérida, Mario Arturo Romero Escalante, estuvo evitar acostar a los detenidos en la cama de las camionetas, instalación de bancas para trasladar a los asegurados a la cárcel municipal, sillas de ruedas disponibles en la entrada y revisiones médicas que garanticen la salud de los detenidos.
Este esfuerzo no es nuevo en el esquema de la corporación, sino que se alinea con los diferentes cursos de derechos humanos que los policías municipales reciben a lo largo del año, en los cuales se les capacita en temas como uso de la fuerza, marcos teóricos en la materia, entre otros.
Cabe señalar que la corporación ha invertido en mantener su compromiso con la transparencia, al adquirir cámaras para los vehículos, cuyas filmaciones permiten analizar la actuación de los policías, las cámaras de solapa son otro instrumento que permite monitorear desde que un policía desciende de su unidad hasta la entrega del detenido en la cárcel municipal, así como las cámaras en las calles que son monitoreadas en las instalaciones y que permiten seguir en tiempo real los movimientos de los vehículos oficiales.
Aunque la Policía Municipal tiene una jurisdicción limitada en el Norte por la calle 47 al Poniente por la calle 72 y al Oriente por la calle 50, la corporación se ha distinguido por su interés en contar con procesos transparentes y humanos al momento de hacer alguna intervención durante un delito, es por ello que continuará este proceso de restructuración para ampliar sus mecanismos de transparencia que den respuesta a inquietudes ciudadanas.