Según Lord Acton (1834-1902) “el poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe absolutamente”. La célebre frase encaja a la perfección en la persona el profesor rural de Telesecundaria que tuvo la buena suerte de ser sacado primero en una tómbola en la que el partido Movimiento de Regeneración Nacional otorgó candidaturas para diputaciones plurinominales para el proceso electoral de 2015.
Así, con el fuero de la diputación que prácticamente le regalo el modelo de rifa, el sujeto de marras se fue mezclando con el poder político de México y, al terminar la legislatura y ascender al poder el actual Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, se le otorgó un cargo en la Profeco. Sin embargo, fue tal su ineptitud que fue removido del cargo y nombrado delegado del Infonavit, donde luego fue nombrado secretario general nacional y jurídico de Instituto del Fondo para la Vivienda de los Trabajadores (Infonavit), encomienda en la que hasta el momento tiene metidas sus horrendas pesuñas.
La corrupción y el latrocinio salen a relucir al ser propietario de más de un centenar de bienes inmuebles que aparecen a su nombre y el de familiares cercanos quienes, con el mayor descaro del mundo, se mofan de aquellos que fueron despojados de sus viviendas por no estar al corriente de las cuotas mensuales que debieron para al Infonavit, institución que buscó la figura del embargo para así beneficiar al corrupto funcionario Castro Vázquez.
Depravado sexual
Por si lo anterior fuera poco, el sujeto es un pervertido acosador sexual en su área de trabajo y las mujeres que tienen la mala fortuna de lograr un trabajo cerca de este cerdo (o goriloide en celo) sufren de las constantes insinuaciones de carácter sexual de este tipo que ha hecho del poder público un arma para acosar y pervertir del área de trabajo en el que se desempeña.
Por ejemplo, según nota periodística publicada en el portal “noticias de mexico.com”, se destaca lo siguiente: “Gissel Bacelis, exgerente jurídico del instituto en Yucatán, difundió entre trabajadores de la dependencia varios audios en los que acusa a Rogerio Castro de haberla dejado sin su empleo de manera injustificada, además de acosarla sexualmente”.
Además de lo anterior, el publicación anuncia textualmente que “ese tipo –por Rogerio Castro Vázquez- prácticamente me tiene de amante obligada y que ahorita a su conveniencia e intereses pues obviamente me quiere cortar el cuello”, se escucha decir a la mujer.
Pero esto es solamente la punta del iceberg de corrupción oficial de las muchas situaciones turbias en que está metida esa dependencia en la entidad, mismas de las que informaremos a mediados de semana en este mismo medio de comunicación.
Solo una pregunta a la consciencia de Castro Vázquez: ¿Dónde quedó aquello de “no mentir, no robar, no traicionar” que el partido que lo llevó al poder utiliza como slogan publicitario? No creemos que tenga alguna respuesta sensata.