Un avión de transporte militar ruso modelo Il-76, que llevaba a bordo a 65 prisioneros de guerra ucranianos, se accidentó este miércoles en una región fronteriza con Ucrania, resultando en la lamentable pérdida de todos sus ocupantes, según informaron las autoridades locales.
Las autoridades de Moscú atribuyeron el incidente a un presunto ataque por parte de Ucrania, aunque no hubo una respuesta inmediata por parte de este país ante la tragedia.
El Ministerio de Defensa ruso emitió un comunicado, citado por las agencias locales, indicando que el siniestro ocurrió alrededor de las 11 horas de Moscú en la región de Belgorod, cerca de la frontera con Ucrania. A bordo de la aeronave se encontraban 65 soldados prisioneros del ejército ucraniano, quienes estaban siendo trasladados a la región de Belgorod con el propósito de un intercambio, así como seis tripulantes y tres acompañantes. Lamentablemente, todas las personas a bordo perdieron la vida, según confirmó el gobernador de la región, Viacheslav Gladkov.
El comunicado del Ministerio de Defensa también mencionó que una comisión de la Fuerza Aérea se desplazó al lugar del accidente para investigar las causas de la tragedia.
Se difundieron imágenes en redes sociales que muestran la aeronave en picada antes de una intensa explosión, seguida de llamas y una densa columna de humo negro.
Fuentes rusas informaron que el accidente ocurrió cerca de la localidad de Iablonovo, a aproximadamente 45 kilómetros de la frontera con Ucrania. Es importante señalar que la región de Belgorod ha sido objeto frecuente de ataques con misiles y drones por parte de Kiev, mientras que Rusia ha continuado con sus bombardeos en Ucrania desde el inicio de la ofensiva en febrero de 2022.
En cuanto a las declaraciones oficiales, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, en su comparecencia diaria ante la prensa, optó por no comentar el accidente argumentando que era demasiado “reciente” y que se investigaría a fondo.
Sin embargo, minutos después, el presidente de la Cámara Baja de Rusia, Viacheslav Volodin, responsabilizó a Kiev por derribar la aeronave, acusándolos de haber atacado a sus propios soldados en un acto que calificó como una tragedia para las familias de los fallecidos. Otras voces, como la del presidente de la comisión de Defensa, Andréi Kartapolov, respaldaron estas acusaciones, sugiriendo que el avión fue derribado por misiles de un sistema tierra-aire Patriot o Iris-T, fabricado en Alemania.
Viacheslav Volodin solicitó a los diputados que votaran una resolución dirigida a Estados Unidos y Alemania, países que, según afirmó, suministraron sistemas de misiles tierra-aire a Ucrania. Cabe recordar que esta tragedia se suma a otras catástrofes aéreas que ha experimentado Rusia desde el inicio de la ofensiva contra Ucrania, generando tensiones adicionales en la región.