El señor Ramón Martín Avilés Pacheco, un hombre de la tercera edad, se crucificó en los barrotes de la Secretaría de Gobernación (Segob) para exigir el apoyo de las autoridades, pues denuncia que su hija fue secuestrada desde 2015.
El hombre dice que viene huyendo desde Puerto Paloma, Chihuahua, por haber denunciado el secuestro de su hija y hasta la fecha no ha tenido una respuesta.
Avilés Pacheco señala como presunto responsable al sobrino de un comandante de la policía de Chihuahua, asegura tener documentos de la denuncia y pruebas de que fue torturado, desde entonces vive una persecución en su contra, señala.