La tasa interanual de inflación en Estados Unidos (EEUU) se disparó en marzo de 2022 hasta el 8.5%, su nivel más alto en 40 años informó la Oficina de Estadísticas Laborales.
Se trata de la mayor subida interanual en Estados Unidos desde diciembre de 1981, es decir, desde hace más de 40 años, y viene impulsada sobre todo por el encarecimiento de la energía, los alimentos y la vivienda.
La subida mensual de los precios de consumo, de febrero a marzo, fue del 1.2%.
Los precios de la energía (que incluyen gasolina, crudo, electricidad y gas natural) subieron en los últimos 12 meses un 32%, empujados por el encarecimiento del crudo, del 70.1%, mientras que la gasolina subió un 48%.
En cuanto al aumento mensual, los precios de consumo energético subieron en marzo un 11% con respecto a los de febrero, según esta estadística.
El índice de precios al consumo (IPC) de Estados Unidos mantuvo su senda ascendente en el mes de marzo, al situarse en el 8.5% en tasa interanual, seis décimas más que en el mes anterior y la mayor lectura desde diciembre de 1981, según se desprende de los datos que ha publicado este martes la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Trabajo estadounidense.
En el tercer mes de 2022, el precio de los alimentos en comparación con un año antes subió un 8.8%, nueve décimas más que el incremento interanual del mes de febrero. De su lado, el precio de la energía se mantuvo disparado, con un alza del 32%, frente al 25.6% de febrero.
Dentro del grupo de la energía, destaca especialmente el incremento del 48% registrado por la gasolina, 10 puntos porcentuales más que el encarecimiento de febrero.
Los precios totales de la energía aumentaron 11% frente a febrero, que incluyó un salto de 22.3% en los precios del petróleo, según el informe.
El informe es el primero que abarca el impacto provocado por la invasión rusa de Ucrania y las consecuentes sanciones occidentales contra Moscú, que ha hecho que trepen los precios de la energía y los alimentos en todo el mundo.
Hace un año que la inflación es superior al 2% que la Reserva Federal (banco central estadounidense) marcó como objetivo.
De esta forma, la tasa de inflación subyacente interanual, que excluye el impacto tanto de la energía como de los alimentos, se situó en marzo en el 6.5%, lo que supone una aceleración de una décima respecto a febrero. También es la mayor lectura del dato desde agosto de 1982.
En términos mensuales, en el mes de marzo el IPC avanzó un 1.2%, cuatro décimas más que en febrero. El coste de los alimentos mantuvo su encarecimiento mensual en el 1%, mientras que la energía se aceleró en más de siete puntos, hasta el 11 por ciento.
De esta forma, la inflación subyacente en tasa mensual experimentó una desaceleración de dos décimas en el tercer mes del año, hasta el 0.3 por ciento.
Con información de Europa Press